Esta debería ser la crónica de un partido de fútbol, de los goles errados y las patadas innecesarias, pero lamentablemente este cronista debe dar cuenta de hechos extra deportivos que manchan la pelota. Porque sí, la pelota si se mancha.
Hasta el final del encuentro, todo se desarrollaba con normalidad. A pesar de las ausencias de peso (pluma) de Ezequiel “Batuta” Anido y Facundo “Pachorra” Cantineu, los equipos presentados en cancha estaban balanceados: había altos, bajos, gordos, flacos, narigones, embalsamados, pelados, pertenecientes al emperador, que corren, amaestrados, que no pican nunca, que dan pases innecesarios, que se creen más de lo que son, que se creen menos de lo que son, que usan vincha, que de lejos parecen moscas, todos distribuidos en forma equitativa de un lado y del otro del campo de juego. Una taxonomía infinita que quizás abarque a todos los futbolistas del universo, los que fueron y los que vendrán.
Tan es así que el partido tuvo una cantidad exagerada de goles. Varias veces el equipo del “Talisman” Spiner dio vuelta el resultado. Dos veces logró ponerse al frente, remontando diferencias de hasta tres y cuatro goles gracias a la solidez defensiva Victor “El Roble”, la conducción creativa de Pirifilo “Circus Charlie” y Matias “Signorelli” Almazarte, y la contundencia Goleadora de Nahuel “Rosqueta” Curra. Pero ante cada remontada, el equipo rival, casi sin despeinarse, hacía 4 o 5 goles en ráfagas que solo provocan impotencia.
Cabe destacar en el equipo rival la eficacia de Leónidas “Lamborghini Diablo”, la inteligencia para pasar la pelota de Chepe “Chepe Bombom” (quizás su mejor partido desde que regresó de la lesión) y los remates potentes, secos y siempre con buena dirección de Nico “not evil” Dagostino. Con eso solo y un buen arquero, al que llamaremos “sin nombre”, Los Dagostino Boys mostraron una superioridad que les permitió llevarse el triunfo.
Pero la verdadera crónica empieza acá, lejos de la cancha, cuando a la hora de juntar la plata para pagar, este cronista recibe no mil, sino dos mil pesos de papel falsificado, acompañado de una notita que decía “no me cagues, no me pongas menos de 8 en el puntaje que necesito ser transferido”.
Mucho se ha hablado sobre el rol de los medios a la hora de levantar la cotización de los jugadores y sobre la relación espuria entre representantes y periodistas, pero nunca jamás este cronista había recibido de un jugador un intento de coima.
El Fútbol de los Miércoles es una institución que tenemos que defender de aquellos que quieren corromperla, ya sea por negocios o ambición personal. Llamo a esta persona a reflexionar sobre sus conductas morales y recapacitar. De él depende que no hagamos de este deporte un juego de apuestas.
Puntajes individuales
Piri Circus Charlie Team
Santiago “Pirifilo” Carreira (10)
Fede “Talismán” Spiner (10)
Matías “Signorelli” Almazare (10)
Nahuel “Rosqueta” Curra (10)
Victor “El Roble” (10)
Encode Sanz y amigos
Mariano “Encode Sanz” Penacca (10)
Nico “Good Good” D’Agostino (10)
El arquero sin nombre (10)
Chepe “Chepe Bom Bom” (10)
Leonidas “Lamborguini Diablo” (10)
Premios
Premio Clarín: A este cronista insobornable que no se dejó seducir por 1000 pesos de papel falsificado.
Premio Yashin: Al arquero sin nombre que no solo atajó bárbaro sino que además les daba salida y juego al equipo de Encode Sanz.
Premio Pushkas: Para para Leonidas “Lamborghini Diablo” que hizo un gol de cabeza y de emboquillada. Un poema.
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